jueves, 30 de mayo de 2013

Paula


Te amo... -Le decía a Paula mientras le limpiaba las lagrimas.
¿Será necesario sacrificar la sonrisa de un hijo por amor?.

La señora Carmen, una señora benévola vecina ya sospechaba de aquellos inmorales actos en el departamento No. 4.

Paula tenía mi edad, 8 años en aquel entonces, le recuerdo caminar por las calles, ella no miraba a las personas a los ojos, ella camina viendo al suelo.

Paula es hermosa...

En la escuela Paula siempre está muy sola, Paula no quiere jugar.

La mamá de Paula ha muerto, ella era muy joven, que desgracia; decía mi madre en aquella fúnebre habitación, la noche en que velaron aquel bello y desperdiciado cuerpo, ella tenía una vida por delante. El papá de Paula lloraba desconsoladamente, Paula aún era muy joven ella sólo decía; "¿Dónde está mi mamá? ¿Quiero a mi mamá?". Hace tiempo que ya ha pasado aquello, mi madre dice que Paula es idéntica a su madre, que lindo cabello tiene Paula.

Escuché gritos, terribles gritos.

- ¡Papá! Papá! ¿A dónde llevan a mi papá? ¡Suéltenme! ¡Papá!... -Gritaba Paula.

- Tranquila mi amor, todo está bien, te amo. –Le decía su padre a Paula mientras aceptaba aquella condena.

La señora Carmen miraba angustiada aquellos hechos, el papá de Paula lloraba mucho, mi vista se colaba por entre las cortinas, mamá y papá estaban afuera, “¿Quién lo hubiera imaginado?” “desgraciado” “es sólo una niña, mamá y papá entraron, aquella noche no pude dormir, y mis preguntas no fueron contestadas, creo que aun no podía lidiar con eso éramos unos niños.

Ahora Paula más que nunca sigue sin mirar a los ojos, no sé mucho de Paula, sólo sé que ella en realidad amaba a su padre, y su padre a ella, y el amor puede llegar a desfigurar algunas mentes.

¿Será necesario sacrificar la sonrisa de un hijo por amor?.


Paula, ahora está sola, Paula ha salido del pediátrico, tantos años sin mirarle, ella sigue siendo hermosa y con la mirada perdida, Paula me platica que suele muchas veces soñar que está con papá, y en aquellos sueños aún conserva un poco de dignidad.


Caso real, una historia que circula por mi mente, 
plasmado desde la vista de alguien más, 
que muy cerca de mí ocurrió.

domingo, 5 de mayo de 2013

¿Tienes fuego?


Tomó el último cigarro de la pitillera
Buscó el encendedor en sus bolsillos, no estaba.
No hay fuego –pensó, se notaba desesperado.

-          ¿Tienes fuego? –Le preguntó a un sujeto en aquel bar.
-          No. –Le contestó al parecer un presuntuoso canalla sentado e ignorando el mundo mientras encendía un cigarro y guardaba su encendedor en el bolsillo.




Qué indignación  sintió y tanta ira, él sabía controlarse, él odiaba a los canallas, él era un canalla.

-          Gracias –Le contestó mientras se retiraba. Aquel otro hombre quedó con una sonrisa guasona en el rostro.

Pasaron los minutos corriendo como en maratón, y no podía estar así, tan indignado.
Esperó afuera de aquel bar, y esperó a aquel hombre, quería estrecharle unas palabras nada más.

-          ¿Tienes fuego? –Le preguntó nuevamente.
-          ¿Tú otra vez? Vete al diablo. –Le respondió algo irritado.
-          Pues  entonces nos vemos en el infierno.

Golpeó el rostro del sujeto una y otra vez con una varilla de construcción, y era música para sus oídos, que triste que tan amena melodía se haya opacado por el ladrido de varios perros.

-          Creo que sí tienes fuego. –Le dijo mientras se acercaba y le rociaba una botella de whisky a la cabeza.
-          Estás loco. –Las últimas palabras de aquel canalla sujetillo.

Sacó el encendedor del bolsillo del canalla, le incendió el cuerpo, se quemaba su ropa y gemía gritos de atormentador dolor.
Tomo la pitillera, sacó ese cigarro que tanto deseo tenía de inhalar, se hincó y con las últimas flamas ardientes le encendió. Nunca había sentido tanto placer al fumar.

-          Gracias por el fuego camarada. –Le habló a un cadáver.

Se levantó lleno de dicha y se fue, como el humo de aquel cigarro, se fue.




domingo, 28 de abril de 2013

El diablo en casa.



El diablo en casa.





El diablo y yo siempre estamos juntos
Somos como mejores amigos
Él me despierta por las mañanas
Le doy un golpe en la cabeza para que deje de gritar
Después lo piso, él es muy frío y mis pies descalzos siempre sufren al andar sobre él.
Con un martillo golpea mi cabeza, y pareciera que tengo resaca:
Se me sube a los ojos ye dice duerme
Luego lo hago caer con el agua fría del lavabo; cómo odiamos el agua fría del lavabo.
A él le gusta hacer travesuras, a veces le gusta quemarme la lengua, cuando calienta de más la cafetera.
Y cuanta gracia me causa.
Nunca me dice; ya es la hora. Él siempre dice; mira nada más, que tarde vas.
Se convierte en pequeñas piedritas en mis zapatos, es un martirio caminar así, y me sigue causando inmensa gracia, él es frío, él es calor, él es fiebre.
Saliendo del trabajo sube a mi espalda, hablamos largas charlas, nos reímos de lo muy estúpido que es el amor, pero después me cansa y le pido que baje y pare de hablar, pero él se duerme y no lo quiero despertar.
En casa despierta, él olvida calentar la comida en el horno, o tal vez siempre llego tarde a comer, siempre en mi boca hay comida fría y sin sabor, me recuerda que estoy solo.
- ¡Eres libre! ¡Somos libres! ¡Somos felices! - Él grita en medio de la sala. Yo lo observo a veces me uno a gritar con él; ¡Libertad! Lo que siempre quise ahora lo tengo, el exilio y separarme de mamá y papá.
Cuando lo hago me siento tristemente feliz, y luego pone una cara enojada y dice; que idiota eres, sólo eres un estúpido agonizando entre lagrimas en tu habitación, de esas causadas por la soledad.
A veces el diablo me da miedo, por las noches siempre lo veo en el espejo, ahí conmigo pone un arma en mis manos y me dice; hazlo. Siempre le ignoro. Cuando prendo un cigarro él desaparece como el humo que se va.
Quiero que se vaya, pero si se va, ¿con quién me voy a quedar? Si hay algo a lo que le temo es a la soledad  entonces exclamo; Ven, regresa que te extraño, amigo mío.
Él regresa hasta después, cuando la noche cae sobre la ciudad y se pone en mi nariz, la irrita con cuchillos afilados, y escupe su ácida saliva sobre mis ojos, él siempre me hace llorar, él sabe que me hace llorar. Él se siente mal, y me consuela, va a la tienda y me compra una botella, él olvida mencionar que no es un regalo, él roba dinero de mi cartera, a veces asalta a la gente, pero lo hace por mí.
Siempre antes de dormir bebemos la botella, él y yo, mientras charlamos como hacen los hombres, se me olvida que mañana hay trabajo, pero ¿cómo rechazarle al diablo un trago más?; Una más jodido hombrecillo, demuestra quien eres, y qué vergüenza lo que eres. -Él me dice cuando estoy ya muy ebrio, no quiero quedar mal con él. Siempre bebo hasta la última gota, y él dice; Ja! Que va, de ti no se puede esperar más camarada, eres un grande, eres un maestro, ¡ja ja! -Él exclama a gritos, mientras yo no aguanto el sueño un segundo más.
Por las mañanas me vuelve a despertar con el mismo grito, y volvemos a lo mismo.
Conviertes toda la verdad en falacia, amigo diablo tú eres mi desgracia.

miércoles, 10 de abril de 2013

Fracasados


FRACASADOS



Uno nunca obtiene lo que quiere…
Uno nunca obtiene lo que quiere…



Andrés se repetía en su mente una y otra y otra vez, como se repetían los picotazos del segundero del reloj atacando a los oídos de cualquiera en aquella habitación, pero era ridículo decir cualquiera, sólo alguien vivía en aquel guarro apartamento, y vaya guarro, Andrés se había olvidado de su propósito en la vida, “El escritor más famoso” “El talento del momento” -“Ese muchacho tiene futuro”- Las voces que se escuchaban al fondo de la escena, de personas que dialogaban sin parar. –“De ese muchacho podemos esperar demasiado” –Decían las voces en aquella fiesta de graduación, Andrés era el más talentoso, apenas con pocos años ya tenía novelas complejas que conmovían a corazones de piedra. Qué dramas aquellos que escribía Andrés, y que dramático fue el desenlace de su historia.
Mírenlo ahora, es un pobre resignado, un borracho, un autentico pobre diablo, un fracasado.

¿Andrés que te pasó?

 Andrés perdió toda humildad, Andrés se volvió un vanidoso, Andrés ya no era Andrés, era lo que la gente le hizo creer, pobre Andrés.

Todos te querían, todos te extrañaban, todos sabían que de ti todo se podría esperar, Andrés que envidia, nunca pude ser como tú, así de popular.

Todos te estrechaban la mano, mientras ignoraban mi presencia, igual que en el salón de clases, siempre fuiste el mejor, un ejemplo a seguir, como un Dios, ¿Qué eres ahora? No eres nada.

Andrés cayó entre las redes de las drogas y las redes del alcohol y las mujeres, el dinero es tan dañino, el dinero es lo peor, el dinero es lo mejor –Decía Andrés-  Andrés se convirtió en el más presumido y yo siempre fui el envidioso,- ¡Ah maldita envidia, me haces ser aun peor!-  Nunca fuimos la mejor combinación, siempre fui su sombra, siempre fui hipócrita, siempre fui aun más perdedor.

Hace tanto tiempo que nadie visita a Andrés y a su apartamento tan solitario como apestoso, los platos sucios se desbordaban de la aquella mesa cochambrosa, no sé si Andrés había llamado a los ratones y a las ratas por nombres, que asco de apartamento tenía Andrés la última vez que le visité, un gato negro ya muy viejo llamado René era su única compañía, aquel gato infame que también le ignoraba y escapaba de semejante atrocidad, su cama era una balsa que flotaba en el mar de sus lagrimas y basura regada por toda la habitación, el escritorio donde se ganaría la vida estaba lleno de basura, de cosas basura y sin sentido que no podían valer nada.

Recuerdo verle, tanto tiempo sin mirarle, tanto tiempo sin estrecharle palabras, le vi, estaba destruido, era un fracasado, -vamos a salir, vamos a recordar, te invito unas copas, hoy vamos a brindar- le dije a Andrés.

-Está bien, eres mi único amigo, no hay nada que perder. –Respondió-.


Bebía como desquiciado en aquel bar, una tras otra y otra copa, y no me importaba ni un poco, lo miraba y pensaba; Pobre Andrés, pobre fracasado, era sólo un imbécil más con algún motivo para visitar aquel bar, y todos saben que visitar un bar por alguna razón es lo más triste del mundo.

Perdió a todos sus amigos, todos se alejaron de él, él sabe que él tiene la culpa, siempre presumiendo ser el mejor, siempre aplastando e insultando a los demás, como lo hizo conmigo, como me gozó destrozar.

Él sabía que era un presumido, que difícil es hacer que un presumido acepte que lo es, que triste que lo haya descubierto por sí mismo.

-          ¿Qué debo hacer? Mi vida es una mierda, soy una mierda, estaría mejor muerto, nadie me extrañaría. Me dijo completamente desolado.
-          ¿Qué te puedo decir? Eres un fracasado, yo soy un fracasado, no podemos ayudarnos, tú estás en el abismo, yo estoy en el abismo. ¿Sabes que es lo único bueno? Que es nuestro abismo, nuestro jodido abismo. Le respondí.


Ya habían pasado 2 horas, 120 minutos, esa cantidad suena a una eternidad, sin embargo el tiempo corría como las copas bajo cuentas de señores con dinero invitándoles a los amigos.

-          Escribe algo bueno, aún puedes sobresalir, eres un escritor, un mediocre escritor, escribe un guion sobre tu historia, tu fracaso y tu solución, no tienes nada, más que a ti mismo, escríbete en un papel, tal vez y así vuelvas a sobresalir. - Le dije
-          Ja ja ja, ¿Crees que quiero sobresalir? No, ya no quiero sobresalir, ahora sólo quiero morir. Eres mi único amigo, gracias por estar aquí. Respondió con la voz muy torpe, torpe por el alcohol que alteraba su organismo.

Uno nunca obtiene lo que quiere…
Uno nunca obtiene lo que quiere…

Salió del bar, acompañado de sólo su soledad, nunca lo volví a ver, hasta unas semanas después, una nota en el periódico, una invitación y una carta, junto a un grueso sobre que esperaba ansioso ser abierto aquella mañana de diciembre, mientras ahogaba mis penas en un café, ahí afuera de la puerta de mi hogar. ¿Qué guarda este grueso sobre? –Me pregunté- Un libreto, con una historia fatal, una historia bastante triste, y una historia muy cruel sobre un fracasado, y su ineludible muerte, en ella Andrés narró cada parte de su vida, y al final su tan poética muerte, y lo difícil que es tomar el coraje necesario para subir al banco y poner alrededor de su cuello el collar de la muerte.

Pobre Andrés, se convirtió en el péndulo que contaba los segundos que rondaban por su departamento, midiendo el paso del tiempo con el tambaleo de su cuerpo, acabó solo y sólo colgado de sus deseos y sueños vanidosos, que triste que la autobiografía de Andrés haya sido marcada con fechas especificas, que triste que esas fechas las haya escrito él mismo, que triste es escribir tu autobiografía porque sabes que nadie más lo hará por ti, y qué triste es el final, porque su muerte no es el final, sino lo que viene después, recuerdo de la noche del bar que Andrés dijo; “No, ya no quiero sobresalir, ahora sólo quiero morir”

Oh Andrés, nunca y siempre dudé de ti, pero más de mí, si supieras que tu terrible fracaso fue mi mayor éxito, desearías estar aquí, después de todo…

Uno nunca obtiene lo que quiere…

Sólo somos fracasados, no podemos salvarnos de nosotros mismos.

Fracasados.

lunes, 8 de abril de 2013

El hombre imbécil.


El hombre imbécil




Había algún hombre en alguna época en algún lugar, un hombre con zapatos y con nombre, un hombre común y corriente, más corriente que común, un tipejo ambicioso que no conocía la suerte, y suerte que no la conocía, no conocía más que su lujuria acumulada de tantos años, meses, días, minutos sin amar. La casualidad que llega como la primavera llega tras el invierno, esa casualidad que mueve el universo, porque nadie asegura que nada es casualidad y todo pasa por algo que tiene que pasar, y aunque nada no significa nada y no existe, puesto que no es nada viene significando mucho, mucho más de lo que podemos pensar que nada puede significar y al final no significa nada.

Me he salido del camino y ya por nada, pero sigamos, se hablaba de casualidad que de pura casualidad pone en el camino del hombre a una dama llena de dulzura, que sin más cautivó al hombre, como serpiente venenosa al morder a un niño, contrajo el violento virus del amor, mas siempre fue ambicioso y nada tonto, pero esta vez era diferente, le mareaba pensar en la dama, y turbios mares de pirañas que rondaban por su estomago,  y él sabía que era amor, porque las mariposas nunca lo fueron, pensaba en besar sus labios rojos que eran como fresas rojas y frescas de la pradera, pero habría que hacer algo para poder hacerla rendir ante el poco encanto del sujetillo, echaba a andar la mente una y otra vez, vuelta tras vuelta y en un instante como rayo cae en el monte le llegó la estruendosa idea de cantarle una melodía, de cantarle una canción,

-                     -            ¡Con una hermosa canción la he de conquistar!

El hombre pensó, sin más la tarde cayó y el cielo se pintó obscuro, mientras la tarde apenas nacía para morir pronto el hombre salió con su guitarra, bañado en valor, bañado en inspiración, bajo el balcón se postró y las notas corrió, suave y dichoso  la canción cantó y su amor le declaró, pero la espada tan afilada que forjó se quebró ante un soplido de infamia y rechazo que ella le manifestó, como imanes de la misma carga le repeló. Triste y enojado, más enojado que triste, menos enojado que furioso, de su boca mandaba crudas maldiciones y volaban por todo el aire contagiando su bajeza y su desgracia, ah y vaya desgracia la del pobre hombrecillo imbécil.

Ah, qué hombre tan imbécil, tan pronto te has rendido y así rendido vivirás años, y años vivirás rendido, hasta que la muerte toque la puerta de tu hogar y te lleve de los pies. "Hombre imbécil, piénsalo muy bien, recuerda que es mejor morir en el intento que antes de intentarlo".

domingo, 7 de abril de 2013

La broma más cruel, el chiste más triste.


Era sólo una broma
Broma es una palabra muy estúpida
Todos aman las bromas, todos aman los chistes
Todos quieren ser una broma, todos quieren ser un chiste
Pero algunas personas se hartan de las bromas, se hartan de los chistes
Los demás sólo te aplastan, por querer sacar una sonrisa de su fétido y triste rostro
Ignoran el chiste y ven la realidad y ven que hay problemas más allá, la cara triste suele regresar
Es cuando desean que todo sea no más que una tonta broma, un maldito chiste, pero no lo es ¿Qué les queda entonces hacer?
Es ahí cuando dicen; "Hey amigo ven, no me siento bien, no me vendría mal una broma, cuéntame un chiste"
"Hazme creer que el mundo es un chiste, que el mundo es una broma..."
"Que todo es una absurda y patética broma..."
Y el ciclo se repite, una y otra y otra vez, y se cuenta solo el chiste más triste, y el que ríe cae en la broma más pesada y la más cruel.





¿VIVIR SIN MÍ? (Relato de una pequeña obsesión) Capitulo 1




¿VIVIR SIN MÍ?

(Relato de una pequeña obsesión)

PASARON LAS HORAS, Y EL CAMINAR POR LAS OBSCURAS CALLES DE ESTA FRÍA CIUDAD A ESTA HORA TAN TARDE YA, SE SIENTE RARO, UN DESTINO, UN CAMINO, Y UNA TAREA QUE CUMPLIR, SON LAS RAZONES QUE ME INCITAN A ANDAR BAJO ESTA LLUVIA, PASO A PASO, EL SEGUNDERO  DEL RELOJ NO PARA Y MI CABEZA TAMPOCO DE PENSAR.
PENSAR Y PENSAR...



Capítulo 1.- Regresando al Pasado.

Pensaba en aquellos días de verano, si recuerdo perfectamente esos días, es como si una oleada de recuerdos llegaran a mi mente de una forma incontrolable.
Agosto, una mañana tensa, primer día de escuela, mi primer día en la preparatoria, desperté tarde, llegué tarde a la primera clase pero, ¿A quién le va a importar en un salón lleno de desconocidos? Tenía amigos en la escuela pero ninguno de ellos iba en mi salón estaba completamente solo, !¿cómo demonios puedo estar solo en un lugar lleno de personas?¡, mi cabeza estaba un poco confundida, el llegar al frente de tantos tipos desconocidos en busca de un lugar, y levantando la mirada pasándola por todo el salón de clases mientras todos te miran, es lo peor, eh allí uno de los últimos lugares vacíos, sin duda uno de los mejores lugares, el rincón de la parte final de donde se encontraba el escritorio del maestro que mejor lugar para este sujeto que no conoce a nadie pensé. Rápidamente me fui hasta ese lugar era un mundo completamente nuevo, nuevas personas nuevas personalidades que conocer, nuevas ideas que compartir,  nuevos rostros y nuevas voces eternas durante clases, las cuales escucharía durante 3 años.
Miraba y aparentaba ignorar las conversaciones ajenas de aquellas nuevas personas, hablando entre amigos y cerrándose entre sólo los conocidos, hablando de sus propios temas y sin ponerle atención a otro más, a otro triste sujeto dentro del salón.

Y así pasaron 3 semanas, todos los recreos iba a almorzar con los amigos que tenía en otros salones pero a diferencia de mí, a ellos les había tocado de compañero, a un amigo o viejo compañero de la secundaria o primaria.
Mientras caminábamos en busca de un lugar donde almorzar, la vi, una mirada cruzada de la niña que estaba sentada en la segunda mesa después de la entrada a los principales salones de primer año. Una chica completamente hermosa el brillo de su pelo, la felicidad que desprendían sus ojos al sonreír de una forma fascinante y su angelical voz hicieron que me quedara impactado y pensando en ella, y así un recreo donde todo el almuerzo no fue más que mirarla, ¿Se dará cuenta que la estoy viendo?, ¿y si se siente acosada que pasará? Sin duda me gusta mucho ¿Y si le hablo?, no, que estoy diciendo ni siquiera me va a hacer caso, es que solo mírala, es hermosa, y parece un poco popular rodeada de amigos con los cuales parece disfrutar estar, mejor solo ignoraré. Durante una semana así fueron mis días, diario a la misma hora en el mismo lugar, las mismas miradas, y parecía que se hacía más hermosa cada día.

En un momento en que la miraba perdidamente suspiré, parecía que no estaba consciente, completamente perdido en sus ojos de color miel, y en una reacción me di cuenta que ella también me estaba mirando, siempre con sus mejillas rojizas por tanto reír y con sus ojos casi lagrimeando, vi la expresión de su rostro como si casi estuviera poniendo atención en mí, intentando darse cuenta que si en realidad yo la estaba mirando, cerré mis ojos rápidamente como si tuviera sueño y retiré la mirada mientras mi mente me decía. ¿Será que vio cuando suspiré?, que tal si se enoja y se siente mal, pero, ¿si se dio cuenta que si era a ella y al contrario de enojarse se siente alagada?, ya se, regresare la mirada para ver su reacción y si es mala jamás la volveré a ver. Voltee la mirada otra vez hacia ella y esperé a que se diera cuenta, y efectivamente, volteo a verme bastante rápido y si, jamás olvidare esa reacción que tuvo, ella me sonrío de una forma muy bonita y movió su mano diciéndome hola, me sorprendí, lo siguiente que hice pareció bastante idiota pero tuve que hacerlo, voltee hacia mis lados buscando a un posible tercero, fue bastante inevitable, regresé la mirada y ella soltó una sonrisa como de burla y me señalo y pude leer sus labios diciendo “jaja es para ti”, le regresé el hola junto con una sonrisa y un suspiro sin duda un día inolvidable de mi vida.